Ayer fue un día de locos…

Ayer fue un día demasiado raro, en mi trabajo sucedieron demasiados desastres, quien diría que le pasaría algo así a un simple mozo como yo. Tenía que  llevarle su plato a una pareja que estaba en la mesa  número 2 del patio,  el señor, estaba distraído con la hermosa mujer, tanto así, que no corrió su pierna para que yo pueda pasar, sí, terminé en el suelo dejando un enchastre total, mi jefe casi me despide, pero la pareja le explicó la situación y por suerte sigo en mi trabajo. Después de limpiarme, vi a unos chicos jugando a la pelota  cerca del “CAFÉ BAR”, parecían unas bestias pateando la pelota,  parece ser que se les escapó un pelotazo, y rompieron una ventana de mi trabajo, corrieron a más no poder.  Yo me guardé la pelota para dárselas después, yo los conocía, siempre jugaban ahí. Un señor pasaba por el frente de mi trabajo, por su rostro era fácil notar que casi brincaba de felicidad, parecía perdido en sus pensamientos, no se dio cuenta y se cayó a un pozo en el que los obreros estaban trabajando. Después de eso, llegó un niño con su madre, el niño tenía un globo de color rojo, esos que te dan en los cumpleaños, la mamá estaba mirando el horizonte preocupada, yo estaba seguro de que estaba haciendo tiempo, ella fumaba, eso lo dejaba preocupado, la mamá sin darse cuenta le pinchó el globo con el cigarrillo. ¡Qué día de locos!

                                                                                                                                      Luciano Garabito

No hay comentarios:

Publicar un comentario