La caída
Yo,  un día por la mañana con mi nuevo traje blanco pasé por un café elegante. Disfrutando de la brisa y el rico aroma de las facturas recién hechas, me di cuenta de que después de un rato, ya no sentía ese aroma ni la brisa. Miré para abajo y  estaba cayendo por una alcantarilla muy profunda. Luego de una caída inexplicable caí sobre un señor con casco y mi traje nuevo quedó negro. Él me dijo que hacia acá y yo le conté esta historia.

                                                                                                                                                             Dante Fleitas
  Café Bar

Ayer estuve  en un bar con mi hijo Tomás.  Yo estaba tomando un café y Tomás una Coca con un tostado. Yo estaba muy distraída porque me habían despedido del trabajo,  le pedí a mi hijo que me cuente como le había ido en la escuela y me contó que se  sacó un cuatro en una prueba, después me dijo que le entregaron el boletín y que él no me había avisado, entonces no le hablé por unos minutos porque estaba muy enojada con Tomás. Me pidió figuritas y yo le dije que no porque se había sacado un cuatro. No lo podía creer, estaba tan enojada que ni me molesté en hablarle. Él me seguía pidiendo las figuritas y el álbum y esto y aquello que ya me estaba irritando y para que se callara le compré las figuritas. Justo estaba pasando un payaso vendiendo globos y mi hijo obvio me empezó a pedir el globo, el globo y para que deje de molestar se lo compré. Como estaba tan molesta me fumé un cigarrillo y obvio Tomas tenía justo el globo ahí, entonces, sin querer le prendí fuego al globo.

                                                                                                                                   Catalina Garacciolo

Ayer fue un día de locos…

Ayer fue un día demasiado raro, en mi trabajo sucedieron demasiados desastres, quien diría que le pasaría algo así a un simple mozo como yo. Tenía que  llevarle su plato a una pareja que estaba en la mesa  número 2 del patio,  el señor, estaba distraído con la hermosa mujer, tanto así, que no corrió su pierna para que yo pueda pasar, sí, terminé en el suelo dejando un enchastre total, mi jefe casi me despide, pero la pareja le explicó la situación y por suerte sigo en mi trabajo. Después de limpiarme, vi a unos chicos jugando a la pelota  cerca del “CAFÉ BAR”, parecían unas bestias pateando la pelota,  parece ser que se les escapó un pelotazo, y rompieron una ventana de mi trabajo, corrieron a más no poder.  Yo me guardé la pelota para dárselas después, yo los conocía, siempre jugaban ahí. Un señor pasaba por el frente de mi trabajo, por su rostro era fácil notar que casi brincaba de felicidad, parecía perdido en sus pensamientos, no se dio cuenta y se cayó a un pozo en el que los obreros estaban trabajando. Después de eso, llegó un niño con su madre, el niño tenía un globo de color rojo, esos que te dan en los cumpleaños, la mamá estaba mirando el horizonte preocupada, yo estaba seguro de que estaba haciendo tiempo, ella fumaba, eso lo dejaba preocupado, la mamá sin darse cuenta le pinchó el globo con el cigarrillo. ¡Qué día de locos!

                                                                                                                                      Luciano Garabito